Trondheim, antiguamente denominado Nidaros, con tradiciòn peregrina desde la edad media, con St Olav como personalizaciòn de este lugar como meta para tanta gente a lo largo de los siglos.
Lo cierto es que este viaje ha tenido una motivaciòn extra al encontrarme, en su momento, de forma casual, con este lugar, hasta entonces desconocido para mì. Un viaje tan largo, de tanto tiempo, y màs viajando "solo", requiere de motivaciones y objetivos que mentalmente te fortalezcan para llevarlo a cabo. Al menos esta es mi reflexiòn personal al respecto.
Se confirma dìa tras dìa que el viaje se torna en 80% mental y 20% fìsico, acostumbrado èste al esfuerzo (yo dirìa rutina) diaria, al conocimiento que uno va teniendo de sì mismo, de sus lìmites, de saber en què momento debe uno parar, de saber "escuchar" al cuerpo, en definitiva.
Aquì toca aprender a llevar la ropa seca... lo que puede parecer banal, pero no lo es tanto. La ropa tècnica, por buena que sea, no transpira 100%, por lo que hay que evitar tanto humedad exterior (lo cual es relativamente sencillo), como la propia humedad que se genera al sudar... asì que toca bajar revoluciones para evitar sudar en exceso... y de este modo llegar al final del dìa con la ropa practicamente seca, lo que al dìa siguiente, sin duda, se agradece.
Ha sido un recorrido disfrutado a tope, a pesar de la lluvia, que por momentos, impedìa que los sentidos se recreasen del todo... aunque tambièn hay que reconocer que para un gallego no deja de ser algo a lo que uno ya està habituado.
El recorrido ha sido, desde el punto de vista de la bici, sencillo, ya que iba siguiendo, salvo alguna subidilla con pendientes constantes y llevaderas, los fiordos, rìos o demàs cursos de agua que por doquier uno se encuentra en este paìs. Es constante de todo el recorrido ver el agua fluir en sus diferentes versiones.
Este tipo de encuentros son especialmente ricos y valiosos, por la informaciòn y consejos de primera mano que me proporcionan.
Lecciones vitales de fortaleza y tesòn, de lucha por disfrutar de la vida, que me emocionan, como un alemàn q
ue viene de regreso de cabo norte, con movilidad muy reducida en uno de sus brazos, y con el que charlo amigablemente, este tipo de personas son las que realmente se merecen el calificativo de hèroes... y no otros. Quièn realmente se propone algo... sobran las palabras.
He visto el primer reno (segùn dicen me hartarè de verlos, hasta cuentan
que "posan" para los turistas), cantidad de casas con cubierta vegetal (en lugar de teja u otro tipo de tejado artificial), un monton de hytte (o cabanas que constituyen una opcion asequible como alternativa para un dìa de lluvia y frìo), nieve y frìo (bueno como anticipo a la zona norte de Noruega), la primera bandera sumi (o lapona), que llevo en la parte trasera de mi bici... en definitiva... mil y una que podrìa estar aquì contando... (lo que no he visto es el genuino Moskus... una especie de bùfalo que vive en las zonas elevadas de las montanas... interesante ver su aspecto... tan fàcil como teclear en google, por ejemplo).
Està claro que la Noruega que hasta ahora conozco (en pleno verano, en julio es cuando màs turistas hay), no es para quièn busque ùnicamente sol y playa (hasta aquì creo que es lo que nos imaginàbamos a priori), pero si para quièn guste de Naturaleza, de explosiòn de fuerza, verde, frescor, libertad y tranquilidad... espìritu noruego en esencia...
Comentarios:
- Luìsa, ya te veo màs en tu estilo... aciertas en todo... mis dìas son muy variables, un dìa me levanto a las 4h y al siguiente a las 7h... ya no tengo ni idea de cuando oscurece (no lo hace del todo), sòlo se que ya me he habituado a dormir con luz y despertarme a las 7h de haber empezado... lo cual es fantàstico, por otro lado. Sobre la pesca, todo lo que se encuentre en lagos, fiordos, rìos o mar es comestible... espero que me ilustres con tus conocimientos de especies de peces... para mi que soy un autèntico profano en la materia.
- Primita, què te voy a contar que no sepas... tù aquì estarìas en tu salsa... la Naturaleza desborda fuerza vayas por donde vayas, para los que no nos cansamos de verla y sentirla, esto es un autèntico paraìso y privilegio para los sentidos.