Balance¡¡

¡Cómo pasan los días¡¡ Creo que ha llegado el momento de hacer un balance de esta primera parte, sin duda, apasionante y sorprendente¡¡

Apasionante por lo impredecible, por lo que me ha regalado, por todo lo que ha ocurrido, cada día, cada minuto, por cada persona que he conocido, por todo lo que he "respirado"... y por lo que sigue aconteciendo.

De alguna manera, esta "etapa de descanso en Zarautz" (la denomino etapa, pues aunque no ha sido una sola jornada, sí es una etapa básica de este viaje) ha servido para muchísimas cosas. De hecho, y visto tras los días que llevo aquí, parece que estuviera hecha a posta, que tuviese que existir un motivo para que me viese "obligado" a permanecer aquí antes de proseguir. Y así ha sido.

Hago balance, pues parece claro que en corto plazo comenzará la "segunda parte" del viaje, el periplo extranjero, el que iba a iniciar hace un par de semanas... eso es lo de menos... el horizonte temporal... ponerle fecha a la salida, a los días. Este viaje va más allá, quizás sea difícil de explicar, pero uno de los requisitos básicos para poder disfrutarlo es no dejarse llevar por los "límites" que constantemente nos mediatizan. Y en este caso, me puedo permitir el no ponérselos, el dejar "fluir" el tempo del viaje y moverme acompasadamente con él.

LAS TRES FASES Y EL MAGO

Podría ser el título de una leyenda, de un cuento, de una parábola, pero no es más que un titulillo para ilustrar estos días desde mi llegada a este maravilloso lugar.

Todo comenzó con una ligera molestia en las posaderas, normal tras llevar poco más de 800 kms encima y 12 días de pedaleo consecutivo... algo que en principio, con un poquito de descanso debía remitir.

Lo lógico es no preocuparse y tomárselo con tranquilidad... pero si a los dos días no remite había que pasar a la acción... y ahí vienen las fases (fase 1, leve, con antiinflamatorio e hielo, 4 días) (fase 2, corticoide, 4 días), ambas con resultados similares y la molestia no remite.

Es entonces cuando uno decide "buscar" otras vías, más directas, alguien que "toque", que "palpe" donde está el problema y al menos saber exactamente de qué estamos hablando.

La solución llega de forma curiosa, tras una visitilla a una tienda de bicis de Zarautz (IBAIONDO), los maravillosos Andoni&Loli... a los que les cuento mi problemilla... y es cuando entra en acción al que denomino "Mago"... un masajista local (IÑAKI), que tras 15 minutillos consigue relajarme la zona y el pinzamiento de un nervio en el isquiotibial.

No doy crédito (a pesar de que lógicamente he visto las estrellas durante la sesión) salgo "nuevo" y a los 30 minutos ya me puedo sentar e incluso montar en bici... la zona está machacada por el masaje pero ya con un diagnóstico y sobre todo con el "horizonte" más claro, si la evolución es la que se espera.

Los días siguientes lo confirman, esto va bien, ha desaparecido ese pinchazo y las molestias remiten... por lo que estos días me permiten el feliz reencuentro con mi bici, los primeros paseos, el volver a sentir la sensación de estar sentado en una bici, visitar Getaria, los montes cercanos, disfrutar de nuevo de los paisajes e ir tomando poquito a poco tono muscular, algo abandonado por todos estos días.

Hoy toca la segunda sesión de masaje que dilucidará y marcará (estoy seguro) el devenir de los próximos días y del comienzo de la segunda parte del viaje.