Mondoñedo¡¡

En el corazón de Lugo, fantástica localidad de Mondoñedo... han sido muchas las cosillas que han ocurrido estos días.
Hoy he podido conectarme en la Bibliteca Municipal... miro a mi derecha y por una ventana veo la misma fachada de la Catedral... vaya lujazo. La única pega es que aquí no puedo subir fotos, la configuración no permite instalar la cámara digital en el ordenador.
Todo avanza según lo previsto, aunque hoy el principio de precaución hace que me tome el día de descanso. Los primeros días son de aclimatación y no conviene pasarse, para que no pasen factura. Ya han aparecido las primeras molestias lógicas de estos días, que físicamente han sido exigentes.
Por "aclimatación" se entienden un montón de cosas:

• aprender a comer y a beber: sí, como suena... los horarios "habituales" aquí no son los mismos que en la vida "normal", la bici exige comer muchas veces y poquito... la comida fuerte es al llegar al final de la etapa, normalmente coincidiendo con la cena.
• "reubicación" de las alforjas: los primeros días siempre se está un poco perdido cada vez que se busca algo... poco a poco cada cosa va a su lugar...
  
• dormir en albergues: en territorio español aprovecharé mi condición de "peregrino a Trondheim" para disfrutar de las infraestructuras que ofrece el Camino de Santiago, o sea, los albergues. Esto incluye conocer gente interesante (hasta ahora suízos, alemanes, algún inglés y francés y muy poquitos españoles. Como habréis visto en el mapa, estoy siguiendo el Camino de la Costa o del Norte, que me llevará hasta Irún. Los albergues (algunos de los cuales ya conocía) suelen estar equipados con cocina, además de literas y duchas... así que de momento mi equipo de camping todavía está "en espera".
• el peso de la bici: esto es lo más "fácil". Llevar una bici con unos 25kg atrás hace que llevarla sea completamente distinta a hacerlo sin nada. La bici tiende a "culear", incluso el cuadro (si no se tiene cuidado) se torsiona, se retuerce de una forma espectacular... pero tras estos días de pasar unas cuantas horas encima ya estoy acostumbrado... la conducción debe ser muy muy suave... predecible... contínua.
• paradas a comprar comida: una ruta con alforjas exige llevar siempre algo de comida por si uno no encuentra cuando la necesita, pero tampoco demasiada para no llevar demasiado peso ni volumen... así que es una de las nuevas rutinas diarias... el sustento alimenticio.
• las horas de descanso: básicamente hay que regirse por las horas de luz (cuando lleguemos a Noruega no será así... pues apenas tendremos noche)... en los albergues el toque de queda es como muy tarde a las 23:00h... esto es albergue cerrado, luces apagadas y silencio. La noche en el albergue de Sobrado dos Monxes (precioso, en lo que antiguamente eran las caballerizas)... el toque de queda era a las 22h... con lo que ya me veis con la radio escuchando algo... Lo bueno de esto es que al día siguiente estás muy despejado y comienzas el día muy temprano y aprovechas muy bien la mañana... todo es habituarse, y como muchos sabréis, para mí lo de madrugar nunca ha sido un problema.
• la soledad: tantas horas en bici y además yendo en sentido contrario al resto de peregrino, hacen que se pasen momentos en los que uno está solo con el entorno... forma parte del viaje, tiempo para pensar, para observar paisajes, gentes... pequeñas cosas y ocuparse de todo lo que os he ido contando.
  

No me extiendo más... quiero hacer una mención especial a la visita que Sonia&Patri (espero vuestros comentarios por el blog) rindieron el domingo 3 en Gontán... de camino a Vigo... fue muy entrañable y de verdad que se agradece.

Hasta la próxima... espero vuestros comentarios, que faltáis muchos que se que habéis entrado y no habéis dejado vuestra huella.