Comillas¡¡

Uffffffffff... la verdad es que no tengo palabras... debo agradecer una vez más vuestros comentarios y trataré de estar a la altura en la medida de mis posibilidades... básicamente disponibilidad (hoy de nuevo en la Biblioteca municipal) y tiempo... las ganas podéis estar seguros que no me faltan. Mañana, si puedo, subiré fotos... de momento, el texto solo... un poco "ladrillo"... pero algo es algo.

De hecho, he de reconocer que durante todas las horas del día (cada vez habrá más, como bien sabéis a medida que vayamos subiendo en latitud norte)... el blog ocupa su lugar, y cada vez que me ocurre algo, veo alguna cosilla de interés... etc... pienso "Esto lo tengo que poner en el blog"... poco a poco va creciendo y cada día que pasa me siento más orgulloso de haberlo creado, de haber juntado a toda mi gente, que sois muchos... y de ver los ánimos que me dáis (podéis estar seguros que se agradecen y que llegan)...

Respondo por orden de intervención:

• Alberto, fan incondicional... amigo... nos conocemos de hace ya unos cuantos años... me conoces perfectamente y se que estás y estarás ahí...


• Mi querida hermanita Ana en nombre propio y representación de mi familia... me ha encantado tu mensaje... emocionante... no sabría que decir, no quitaría ni pondría ninguna coma, lo dice todo, sencillamente... no hay de que preocuparse, todo va bien y con todo vuestro ánimo estoy seguro que seguirá igual o mejor.


• Lu... la Cicio se me hacía un poco grande para la bici (para el resto, la Cicio es el navegador que tengo en el coche)... pero si no fuesen tan caros esos pequeños aparatejos, no dudes que podría ir tranquilamente con uno de ellos... me quedo con la opción clásica, o sea... a la espera en el cruce... darle a la lengua... quedarme con cara de incrédulo cuando alguien me deja con la palabra en la boca... y así, de paso... tener algo que contar... tú pregunta lo que quieras... sabes que tendrás respuesta.


• Juan... esperaba tu entrada... y la verdad que aunque ha sido larga la espera has superado todas las espectativas... si es que cuando te pones... no hay quién pueda contigo. Eres sencillamente genial, y sabes que eres de lo más valioso que me he encontrado estos últimos años... una amistad joven pero aventuro que duradera, como otras muchas que tengo y mantengo... de lo más bonito que me ha regalado mi paso por la Agencia. Linares is everywhere... espera por la siguiente foto... es una pena que no estés aquí conmigo...

Ahí va la crónica... tengo un montón de cosas en la cabeza... saldrán desordenadas.... según vengan...

PARTE 1: "Aprendizaje básico"

• Ya se comer... sí, suena un poco "fuerte", pero esta primera semana me ha permitido acomodar el ritmo de desgaste físico con la necesaria ingesta de nutrientes. No podría decir cuantas veces como al día durante el tiempo que pedaleo... quizás una vez cada hora... unas veces más, otras menos, según el cuerpo "pide"... sólo es cuestión de aprender a "escucharlo"... y vaya si habla.



• Aprender a "pedalear"... también... por increíble que pueda parecer, no se trata simplemente de darle a los pedales como todo común mortal pueda entender... una cosa es un paseíto que podamos darnos cualquiera un determinado día y otra es ir día tras día acumulando kms en las piernas. De forma rápida, para los no iniciados, digamos que se puede pedalear "hacia delante y abajo... lo que todo el mundo hace" o hacia "atrás y arriba"... ésto último sólo con pedales automáticos... de esta manera se logra ir liberando a las piernas de la carga acumulada, según donde esté ésta y pasar el día más dignamente y recuperar sobrecargas, que siempre hay alguna, por pequeña que sea ésta.
  

PARTE 2: lugares de paso

Desde Avilés he podido observar el típico paisaje asturiano, sus preciosos valles, su ganado... respirar su olor, sentir de cerca la Naturaleza, con el contraste del impacto humano, de las minas a cielo abierto, de las centrales térmicas con sus elevadas chimeneas...

Llego así a Gijón, señorial, fina y elegante... paseo por la famosa playa de S. Lorenzo, me tomo un perrito caliente para reponer fuerzas y continúo camino.

Una mención especial debo hacer a mi paso, ya por la tarde, por la acogedora localidad de Villaviciosa, en la que (ahí va un poquito de historia) nuestro otrora emperador Carlos I pisó por primera vez tierras españolas.

Allí conseguí localizar la tienda de bicis de mis amigos, los hermanos Cueto... a los que rendí visita (ya eran conocedores de este viaje). Fue un rato muy agradable, en el que comentamos detalles del mismo... e incluso con obsequio incluido... muchas gracias amigos. A Carlos lo conocí precisamente el año pasado haciendo el Camino del Norte.